Querida Itza:
Si, yo te escribo. Tantas veces hablamos. Quizá demasiado poco para el tiempo que hace que nos conocemos. Creo que jamás te dije lo importante que era para mi el saber que estabas bien, que seguías al otro lado del ordenador. Me hiciste reír mil veces, llorar otras tantas... preocuparme mil... pero, sobre todo... te hiciste querer muchisimo, Itza.
Necesitaba contarte lo importante que eres para mi, aunque sean muchas las posibilidades de que esto no llegue a tus manos... de que jamás puedas saber de esta carta... pero mis esperanzas de loca y absurda siguen convenciendome de que volveras a conectarte... de que volveré a llorar gracias a ti de la alegría... de saber que sigues aquí... con todos nosotros que apredemos tanto de ti, que te queremos y admiramos tanto.
No sé que hacer, no se a cuantos dioses más rogarles que estes bien, no sé qué más hacer... pero necesito que estes bien... y que estes bien ya. Volver a hablar contigo y contarte cualquier tontería... pedirte a gritos que actualices tus historias que tal vez jamás termine de leer...
Mi niña... desde que te conocí fuiste muy importante para mi... de una forma u otra necesitaba saber que estabas... y tener la duda de que puede que jamás te vuelva a tener al otro lado del monitor... es angustioso... es horrible...
Por favor Itza... amiga... por favor... por Dios y por todos los santos... necesito saber que no te has ido... por favor... vuelve... tu no puedes irte... prefiero estar yo en tu lugar, de verdad... prefiero morir yo a que tu o cualquiera de las personas que sois tan importantes para mi muera o este mal...
Itza, vuelve... por favor vuelve... tú no puedes irte... no puedes.
te quiero mi niña, te quiero mucho.
Clara